Seguidores

miércoles, 8 de agosto de 2012

Capítulo 7.


Día largo para algunos. Interminable para otros. Y por las noches, cuando el sol está escondido, es cuando más lentas pasan las horas. Volvió al bar. Si algo no era, era un incumplidor de promesas. La fachada del bar, tan horrible como el día anterior. De ladrillos, vieja. Y en ves de poner "BAR", el cartel luminoso decía "AR", puesto que la B estaba fundida. En la puerta, aparcado en el camino de gravilla, se encontraba el coche sin ventanilla. Se rió al verlo. La verdad, la última vez no hubiese entrado sin no lo hubiese visto en la puerta. El día anterior pasaba por casualidad, y cuando paró en la puerta de aquel bar a fumar, decidió entrar al ver el coche de aquella chica. Sólo para hacerla de rabiar. Pero sabía que había hecho mal rompiéndole la ventanilla a la pobre chica. Saliendo del coche entró en el local. El olor a humo era insoportable hasta para un fumador como él. ¿No ventilaban aquel lugar? La buscó sin moverse la de puerta. No pensaba quedarse mucho tiempo. La encontró en una esquina, limpiando una mesa, de espaldas a él. Esa noche llevaba el pelo en una trenza. No habría sabido que era ella si no hubiese sido por el color de pelo. Llevaba lo del día anterior: una camiseta blanca y unos pantalones cortos negros. Ella se dio la vuelta inesperadamente, pillándole cuando la miraba el culo.
-Has venido.-dijo ella mientras se acercaba a él.
-Te dije que te pagaría ¿no?- respondió con una sonrisa. Ella se guardó el paño en el bolsillo, a la vez que él sacaba el sobre y se lo entregaba.
Ella cogió el sobre despacio, como si no confiase en su contenido. No quitó los ojos de los suyos mientras lo abría. Cuando miró el interior, sus ojos verdes inseguros se transformaron en curiosos.
-Si este dinero es robado, no lo quiero.- eso no pudo provocar otra cosa que la risa de Raúl. Lo que había hecho para conseguir el dinero, ¿estaba considerado robo? No, lo dudaba.  Lo que era de su padre, era suyo.
-Lo tomas o lo dejas.
Ella arqueó una ceja, y tras dudar un momento respondió.
-Lo tomo, pero si viene la policía, te echaré toda la culpa a ti.
-¿A quién se la echarás?- replicó.- Te recuerdo que aún no sabes mi nombre.
-Eso lo dudo, Señor Fernández.
¿Qué? ¿Cómo sabía su apellido? Entonces ella giró el sobre, y señaló la impresión que tenía grabada: R. Fernández. ¿En serio?, de todos los sobres que tenía, ¿había cogido los que tenían su nombre impreso? No volvería a hacer caso de las gilipolleces de su padre, como la tontería del sobre impreso o las camisas bordadas con sus iniciales. Auqnue esas últimas ya las había quemado hace tiempo.
-Bueno, está bien, -dijo él, levantando las manos en señal de rendición.- Me has pillado.
Natalia rió.
-Bueno, pasas o qué. Estás obstruyendo la puerta.
-Me voy.
-Quédate, te invito a algo, por darte las gracias y tal.- Él no se podía creer que fuese amable. Con la mala hostia que parecía tener.
-Encontraremos otra manera de que me des las gracias.
Eso cambió su cara.
-Eres asqueroso.
Y riendo, Raúl se montó en el coche y arrancó.

3 comentarios:

  1. Hola! me gusto el capítulo, ¡Por fin!, después de tanta espera llego el dinero para arreglar la ventana de Nat :'D un regalo de los dioses :P hahahaha okey no.
    Raul me tiene con muchas dudas, quiero saber que pasa con él, lo de su hermana y su comportamiento D: también quiero saber más de Cris :3 el ex-novio de Nat :'D en fin, fue un buen capítulo XD y me gusto que por fin lo cacharan :P Sr. Fernandez :P hahahaha yuju! :D
    sólo no me gusto que fuera tan corto :c en fin, espero el próximo y te mando un saludo :D

    ResponderEliminar
  2. Pasate por mi blog. Espero sinceramente que te guste
    http://soniasdelirium.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  3. Me encanta como todos, jejej Raul me cae realmente bien:D
    Ya he vuelto de vacaciones y publicaré todos los día(por si no te has pasado por el blog, ya hay muchos capitulos nuevos)^^

    ResponderEliminar